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He efectuado una fotocópia del texto publicado en el segundo tomo del libro de Diego Molina Ruiz titulado Profesionales com Mayúsculas2 edición del año 2020.
Para leerlo clicar a professionales-m2020
Especialidades realizadas, sin incluir los cursos de Formación continua, para su consulta clicar a : diplomes-nomes-lectura
En motivo de haber redactado un texto titulado Pensar de otra manera nos permitió saber que existía el día mundial de la Felicidad, iniciativa generada en el país Asiático de Bután.[1] La Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluyo este día en el calendario internacional de días especiales otorgándole el 23 de marzo .
Movidos por el interés en conocer algo más de esta festividad, visitamos la página web de la ONU y vimos un vídeo promocional de la festividad cuyos protagonistas eran los Pitufos. Nos preguntamos por qué se habían escogido a estos personajes de fábula en representación a la felicidad, pensamos aunque no siempre es así, quela niñez es una época de candidez y felicidad.
Los Pitufos en catalán son llamados ‘Barrufets’[2] fueron creados por Miquel Agustí, redactor jefe de la revista Strong editada por Argos Juvenil entre los años 1969 y 1971 y se dice que el autor para dar forma a sus personajes le sirvió de inspiración ‘El Patufet’ revista de tradición catalana,[3] editada durante los años 1904 al 1938 y del 1969 al 1971.
Hay quien considera también que los Pitufos tuvieron otra fuente de inspiración basada en el cuento de hadas ‘Blancanieves y los siete enanitos’ creado por los hermanos Willheim y Jacob Grimm fallecidos en el año 1859 y 1863 respectivamente. Investigaciones recientes muestran que el cuento de la Blancanieves podría haber sido inspirado en un hecho real y del que se han escrito diversas versiones del mismo relato y un gran difusor de esta historia ha sido Walt Disney.
Los Pitufos y el número 23
Los Pitufos son representados con el tórax y la cara de color azul, van vestidos de la misma manera y llevan un gorro de color blanco excepto el Papa Pitufo considerado el líder y hechicero del grupo que va vestido de rojo. Entre ellos solo hay una mujer la Pitufina de pelo rubio. Sus nombres indican profesiones y siete de ellos se refieren a los sietes pecados capitales.
Se dice que están pintados de color azul para presentar a los niños encontrados muertos . En medicina se usa el termino niños azules a los que han fallecido debido a que foramen oval o de Botal permanecía abierto en el momento del nacimiento o sea que la sangre arterial se mezclara con la venosa debido a la comunicación existente entre las dos aurículas cardiacas causa del color azulado de la piel.
En número de Pitufos es de cien aunque suelen ser representados solamente 23, número que da sentido al día de la celebración de la Felicidad que es el 23 de marzo.
Según un artículo publicado en la Vanguardia MX, el número 23 está muy relacionado con el cuerpo humano debido a que disponemos de 23 pares de cromosomas -el 23 corresponde al sexo-, tenemos 23 vertebras, la sangre recorre el organismo en 23 segundos y el ADN da un giro completo cada 23 angstroms -unidad de medida para distancias moleculares- descrita por Anders J. Ângström.
Se ha observado que este número ha estado presente en situaciones catastróficas como por ejemplo entre otros el hundimiento del Titánic, el derrumbe de las Torres Gemelas y al parecer debido a que posee una particularidad, al dividirlo en forma de 2/3, la cifra resultante es el número 0,666, continuando con el análisis esotérico se comenta que la diosa Eris, hija de Nix , era poseedora de 23 atributos y está relacionada con Araroth.
Similitudes con otros personajes de cuento
Los siete enanitos que aparecen en el cuento de la Blancanieves, El Patufef y los Pitufos tienen el hecho común de que son todos enanos, en términos médicos personas que sufren acondoplasia, un trastorno del crecimiento que les impide superar el 1,40 m. de altura.
Vemos también que en su mayoría estos personajes estaban relacionados con minería y al ser tan pequeños podían introducirse en lugares recónditos de cuevas, grutas y minas de donde se dice extraían oro y otros minerales. En otros relatos son también representados personajes de tienen cierta similitud y custodiaban oro y otros tipo de tesoros en cavernas o zulos escondidos en los bosques.
El gorro que solían llevar, tenía la particularidad que disponía un fondo que era utilizado para ser rellenado de paja para formar una almohadilla , de esta manare se protegían la cabeza de las rocas de las cuevas, este tipo de capuja se la conoce con el nombre de gorro frigio muy representado en escudos de algunos países o del ejército americano del que se le atribuye ser representativo de la Libertad.
El periodico XLSemanal hizo una entrevista a Alejandro Cencerado estudioso de la felicidad, dice que Naciones Unidas cada año elabora un informe sobre la felicidad de los ciudadanos de 156 paises y basado en seis facotes, dos de ellos cuantificables. Espala ocupa el 28º puesto.
Para finalizar comentar que un hecho por singular que nos parezca, casi siempre se encuentra de manera interconectada a otros acontecimientos de la historia y de vida.
Notas
Es difícil imaginar el esfuerzo que los gobiernos, así como los centros destinados al culto, y sus respectivos gestores, tienen que hacer para lograr que los ciudadanos se identifiquen con algunas de las ideas transmitidas mediante la publicidad y eslóganes que aparecen en los medios de comunicación o en lugares públicos que suelen estar relacionados con las corporaciones y el comercio.[1]
Los ciudadanos tenemos la potestad de escoger el contenido de un eslogan e integrar el mensaje en nuestra mente dejando de hacer una lectura de la contraparte que actúa a un nivel más subliminal y que, sin darnos cuenta, penetra de lleno en nuestro subconsciente.
Son presentados de manera que muestran tendencias y objetivos distintos según quien los firma. Algunos contienen propaganda política del estado y otros de empresas comerciales, ambos para incitar a practicar una conducta determinada o adquirir algún producto. Nunca son neutros, porque de ser así no tendrían razón de ser.
Con ello sin pensarlo, ni tal vez desearlo, nos hacemos acreedores de algunos de estos mensajes o ideologías, en ocasiones de tendencias opuestas, como sucede en el ámbito de la política. Aunque más allá de lo presentado pocas veces existen alternativas que marquen una gran diferencia programática.
Este hecho en la percepción publicitaria de distintos contenidos genera que el público receptor adquiera formas de pensar contrapuestas, aunque algunas vienen marcadas por el estatus socioeconómico al que se pertenece, incluyendo ideologías que pueden ir de un extremo al otro. Se ha observado que estas diferencias conceptuales, si se vuelven extremas, producen en la sociedad un cierto estado de fragmentación e incluso de desunión, pudiendo ocasionar que la unidad de la ciudadanía se debilite y nos convierta en seres más débiles para tomar decisiones que nos favorezcan.
Estas percepciones iniciales, sean de la tendencia que sean y debido a una cuestión de coherencia personal, serán mantenidas en la mente al largo del tiempo y reforzadas socialmente por los que piensan de forma similar, llegando estas a manifestarse como potencia afirmativa del carácter.
Con frecuencia esta impronta cultural queda consolidada en la mente y es difícil que pueda ser sustituida por otro tipo de contenido conceptual,[2] pero lo más transcendente del hecho es que el sujeto desarrollará el convencimiento de que su ideario mental ha sido generado por él mismo, efecto que hemos convenido en llamar libre albedrio.[3]
Este fenómeno permite que esas opiniones consolidadas en nuestro interior puedan en algún momento aflorar al exterior y servir de impulso para la defensa de una causa a defender, sean estas de carácter político, religioso i cultural, actualmente también se puede incluir el medio ambiente y cambio climático, la salud, el género, la defensa de la robótica e incluso sobre cómo se debería nacer y morir. Presentamos algunos carteles publicitarios en los que presentant una lectura bastante lineal.
Notas
Hace poco recibí un WhatsApp acompañado de un enlace a un artículo de Yuval Noah Harari (Israel, 1976), historiador, filósofo y analista de prestigio, autor de libros como Sapiens. De animales a dioses, Homo Deus i 21 lecciones para el seglo XXI de los cuales que se dice lleva publicados unos 15 millones de ejemplares y han sido traducidos a varios idiomas. El autor ha sido asesor, entre otros, de Angela Merkel, Bill Gates, Barack Obama y Mark Zuckerberg.
El artículo en cuestión fue publicado en The New York Times con el título Cuando el mundo parece una gran conspiración,[1] traducido al catalán por el filólogo Marc Rubió Rodon y publicado en el periódico Ara Balears el 22 de noviembre de 2020.[2]
El artículo trata de la obsesión conspirativa que desarrollan muchas personas, argumentando que tiene tanta aceptación debido a que ofrecen una explicación simplista y directa de un gran número de procesos complicados y a la vez aportan al conspirador una sensación reconfortante al considerar que lo entiende todo.
Los seguidores de la conspiración global creen que entran en un círculo exclusivo que les permite situarse por encima de la élite, profesores, periodistas y políticos, y desarrollan la capacidad de ver lo que ellos pretenden ocultar.
Asimismo parten de la premisa de que manipular el mundo es fácil y no son capaces de darse cuenta de que no existe ningún contubernio que pueda controlar secretamente el mundo entero. Posiblemente Harari olvidó incluir en estas definiciones la palabra frustración para referirse a estas personas, dado que también es un término usado.
Añade que la llave maestra de la teoría conspirativa global nos da acceso a todos los misterios del mundo, y nos permite entrar en este círculo exclusivo convirtiéndonos en más inteligentes y sabios que los demás.
Referente a lo expuesto, además de ser cierto, dice que también es una manera de empoderarse uno mismo, refiriéndose a —los que estén fuera del círculo exclusivo—. Añade que se trataría de identificar las facciones que compiten en nuestro mundo y aliarse con unos grupos en contraposición a otros. En eso consiste, asegura Harari, la política de verdad.
Al inicio el autor explicaba que fueron entrevistadas 26.000 personas de 25 países en que se les preguntaba si creían que un solo grupo de personas controlaban secretamente el mundo y el resultado de cuatro países que son los que presenta dijeron que lo creían un porcentaje del 37% de los estadounidenses, el 45% los italianos, el 55% los españoles y el 78% de los nigerianos.
España en esta lista solo va por delante de Nigeria como país conspirativo aunque podemos decir que la formulación de la pregunta es poco clara, ¿a qué se refiere cuando dice un grupo de personas, cuales son estas que dominan el mundo? La encuesta debería de haber preguntado: ¿Cree usted que algunos estamentos y corporaciones internacionales fijan pautas y objetivos para conseguir un gobierno mundial?
Si seguimos leyendo a Y.Noah Harari y conociendo su actividad como asesor de políticos, nos hace pensar que dispone de información privilegiada y que cuando concede entrevistas procura usar las palabras correctas. En uno de sus comentarios cito la palabra felicidad, refiriéndose a la felicidad de los ciudadanos, término que aparece en algunos medios y esta muy incorporado en nosotros. Particularidad que podria ser útil para ser reivindicada en concentraciones de carácter político al igual que se ha hecho con otros idealizados eslóganes .
Partiendo que los humanos buscamos la felicidad, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2012 creo el Día Internacional de la Felicidad que des del año 2013 se celebra el día 20 de marzo.[3] Iniciativa inspirada en Bután, un país del Asia Meridional que en el año 1970 apostó por identificarse por este estado de felicidad y des de entonces disfruta del apelativo de país feliz. En la página de la ONU encontramos un vídeo que promociona la felicidad cuyos protagonistas son los Pitufos que abogan por la unión de los pueblos y para una vida feliz.[4]
Segun el filosofo Epicuro que dio paso al epicureísmo decia que ser feliz es experimentar el placer y evitar el dolor, ayudado por la ataraxia entendida como calma, serenidad y tranquilidad moral y libre de perturvaciones. En cambio Aristóteles consideraba que la felicidad es un estado propio interno del ser humano.
De la palabra ataxia posiblemente derivo la ataraxia que se refiere a un estado patológico que se manifiesta entre otros simptomas por la dificultat de coordinación de movimientos, espasmos musculares y problemas del lenguaje de origen encefálico. Como terapia se prescriben ataráxicos, entre ellos la hidroxilina cuyo nombre comercial es el Atarax de acción antihistamínica, antiemética y anti vertiginosa así como sedante y ansiolitico. En este momento social en que vivimos hablar de felicidad para el alma nos lleva a pensar también en la novela futurista de ficción de Aldous Huxley (1932) titulada Un mundo feliz. donde encontramos presentes algunas de sus exposiciones.
Puede que tan solo sea una percepción, pero según las últimas entrevistas a las que hemos tenido acceso, parece como si a Harari los acontecimientos derivados de la pandemia del coronavirus hayan hecho que dejara de cuestionar a quienes opinan diferente o conspiran sobre advenimientos politicos-sociales. Criterio que podría estar justificado por algunas de sus declaraciones en los periódicos XL Semanal y en El Confidencial.
En el XL Semanal del día 12 de abril del 20202, Harari afirmaba que la inteligencia artificial, la biotecnología y los robots ya se utilizan incluso para los diagnósticos médicos y el cuidado de los enfermos. También que algunas de las decisiones que los poderosos están tomando estos días podrían acompañarnos durante años. Pone el ejemplo de que en Israel se ha empezado a controlar de forma constante a la población mediante los datos de la geolocalización de sus móviles, previo decreto efectuado de urgencia y sin consenso.
Opina que la epidemia es la tapadera perfecta para un golpe de estado y que los gobernantes obligan a sus habitantes a ponerse un brazalete biomédico. Puede acabar esta epidemia y venir otra, esto es un peligro.[5]
En la segunda entrevista, efectuada por El Confidencial el 27 de octubre del 2020, apuntaba que el Covid puede originar el peor sistema totalitario que haya existido. Nuestra libertad está, pues, seriamente amenazada.
Según el entrevistador, Harari nos habla también de sus miedos, de cómo la tecnología puede interactuar con nuestra democracia, con la pandemia aumenta la vigilancia y lo más preocupante son los demonios interiores de la humanidad —al decir demonios interiores no sabemos si se refiere a nuestros egos a los que supuestamente podrian existir en el planeta.
Sigue respondiendo a las preguntas y comenta que el problema del libre albedrío es que provoca que seamos complacientes y no tengamos la curiosidad sobre por qué tomamos las decisiones, asumimos que es nuestro libre albedrío. Cada vez entendemos más los mecanismos biológicos, sociales y culturales que hay detrás de nuestras decisiones y añade que los datos que se recogen a partir del coronavirus no pueden estar en manos de la policía o de las grandes corporaciones.
De la pàgina de la ONU hemos extraido la siguiente publicidad y debido a su dificultat para ver claramente la letra ha sido transcrita.
La Década de Acción. A diez años que se cumple la fecha, se han aunado esfuerzos en todo el mundo para cumplir con la promesa de la Agenda 2030, mediante la movilización de más gobiernos y empresas, asi como con un llamamiento a todas las personas para que hayan suyos los Objetivos.
Fa poc vaig incorporar a aquest blog una anècdota que ens va succeir a la meva amiga M. del Carme i a mi quan tornàvem d’un viatge a Indonèsiafa més de dues dècades. A fi d’il·lustrar el text vaig buscar les fotografies que a la vegada potenciaven el record d’altres esdeveniments d’aquell viatge dels quals m’ha semblat explicar-ne un parell i adjuntar un esquema dels llocs visitats que tinc a l’àlbum.
Macacos de cua llarga
Per recórrer l’illa de Bali havíem llogat un cotxe amb què vàrem fer 495 quilòmetres que ens va portar a conèixer llocs molt poc freqüentats, amb l’avantatge que podíem aturar-nos allà on volíem. En una ocasió vàrem entrar en un poblat on les dones només anaven vestides de cintura en avall i en veure’ns van fer una gran expressió de sorpresa i nosaltres també. Davant d’aquesta situació només podiem fer dues coses, treure’ns també nosaltres la blusa i els sostenidors o bé marxar deseguida i hi vàrem fer.
Mentre circulàvem per una d’aquelles carreteretes tant estretes vàrem observar que en un lateral hi havia un grup de mones i ens va semblar bé de parar-nos per fer-los una fotografia però, pels gestos que feien enteníem que demanaven menjar. Motiu pel que vàrem anar al cotxe a buscar algunes coses comestibles que sempre dúiem per si de cas.
Sense saber com, van anar arribant mones balineses o Macacos fascicularis sortides dels arbres i dels matolls i en un moment n’estàvem rodejades. En veure aquesta gran afluència de macacos i macaques —perquè algunes protegien les cries—, ens vàrem inquietar una mica fins que va arribar un punt que els mascles, que eren més corpulents, de dos grups o tribus es plantaven cara. Era evident que hi havia un conflicte entre ells per la defensa del territori o per participar del càtering que tenien a l’abast.
Entremig d’aquell enfrontament que de moment només consistia en vocalitzacions d’adopció de postures afirmatives, tampoc teníem cap més sortida que marxar cap al cotxe de puntetes i sense moure ni una fulla. A peu de porta hi havia una moneta de mesos que esperava rebre alguna cosa i no teníem res. Ens va entendrir aquella carona d’indefensió, com la que poden fer els infants humans.
Vàrem comentar aquesta experiència a l’hotel i ens van dir que no ens hauríem hagut d’aturar, ni donar-los de menjar i menys situar-nos a la seva zona perquè era perillós, però nosaltres possiblement a l’anar tan confiades i sense cap mena de temor la vivència amb els fascicularis de Bali en llibertat va sortir bé perquè ells també van saber estar a l’altura de les circumstàncies.
Els difunts del país Toradja
A aquesta zona hi vàrem anar amb un guia del país. Tot va resultar molt interessant, incloent-hi el dinar en una casa particular que va consistir en un fluid de canya de bambú posat en una palangana i amb petits peixets assecats al sol que suraven en aquella sopa i sense posar-la al foc. Sort de la salsa picant que altera el Ph de l’estómac i protegeix.
Però a part d’aquesta anècdota, volíem comentar com els toradja tracten els morts perquè el guia ens va portar a un poblat on estaven fent els preparatius per celebrar un funeral on s’havia de sacrificar diversos búfals i algun altre animal per oferir aquest aliment a un gran nombre de persones que assistirien a la cerimònia vingudes de diferents llocs del país.
Els toradja, a diferència de nosaltres, que quan se’ns mor un familiar el podem tenir present a la funerària unes 24 hores, ells abans embalsamen el difunt i el tenen en un lloc de la casa fins que disposen dels diners necessaris per fer-li un bon funeral, que varia segons l’estatus econòmic de la família. Quan el guia va explicar el fet, ens va venir a la memòria aquella frase que deia “En aquella habitación guardamos al muerto”, que ens pensàvem només era una dita, però com succeeix moltes vegades, les dites estan fonamentades en fets reals.
Una meva amiga, Assun Ruiz, que també va anar al país Toradja, em va comentar que una de les funcions socials d’aquests tipus de funerals és la de fer que la riquesa no estigui sempre a les mateixes mans, degut que hi ha famílies que després del funeral resten arruïnades, en especial si tenen la pretensió de sacrificar un búfal albí d’ulls blaus.
També hi ha el costum d’enterrar els difunts en tombes esculpides a la roca i al defora col·locar-hi una talla feta de fusta de la persona o persones que hi ha enterrades.
Però el que més ens va meravellar va ser les tombes fetes al tronc d’un gran arbre on enterraven els nadons morts abans de tenir les dents de llet. El més fascinant d’aquesta pràctica és que l’arbre continua creixent i amb ell la zona on està allotjat el nadó també s’eleva i es va reduint de mida. Aquesta dinàmica ens suggeria una metamorfosi orgànica o fusió simbiòtica d’elements botànics i humans treballant per un mateix vigor vital elevar-se com més amunt millor a la recerca de claror i qui sap si per retornar a la vida.
Pel que sembla, els toradja degut al fenomen del coronavirus estan preocupats, perquè com arreu del món des de fa anys disposen de televisió i escolten el que diuen. Una de les coses que ens havia sorprès va ser una zona d’un llac plena de cases flotants fetes de canya de bambú i sostingudes per quatre columnes també de canya i de com a cada una d’aquestes cases hi havia una antena parabòlica. Ara es diu que temen que les noves normes sanitàries els puguin afectar en la pràctica d’aquest culte i comiat que ofereixen als seus difunts des de, potser, allà on arriba la història.
